SALT
LAKE CITY- La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días informó a través de una comunicación sobre la situación de los miembros y
misioneros de la Iglesia que se encuentran en los países de la región afectados
por el paso reciente de los huracanes Irma y María.
“Actualmente, hay gran
necesidad en Puerto Rico y en las islas cercanas, y todos los que han sido
afectados por los huracanes Irma y María están en nuestros pensamientos y en
nuestras oraciones.
La Iglesia se encuentra movilizando recursos humanitarios
para brindar ayuda. Esto incluye alimentos, agua y otros artículos básicos que
serían enviados a las islas de la región. Otros suministros adicionales serán
enviados en el futuro cercano para ayudar con la recuperación y los esfuerzos
de reconstrucción.
En estos momentos, estamos
enviando a Puerto Rico alimentos no perecederos procedentes del sistema de
bienestar de la Iglesia. Además, hemos acordado con algunas grandes cadenas de
provisiones ubicadas en la isla, comprar artículos en grandes cantidades y así
brindar apoyo a los miembros de la Iglesia y a las personas de la comunidad.
Se enviará un cargamento con
materiales de construcción, incluyendo plafones de madera, materiales para
techar, clavos, herramientas y toldos, el cual saldrá desde territorio
continental de los Estados Unidos.
La Iglesia también está trabajando junto a la
Cruz Roja y otras agencias de ayuda para apoyar sus esfuerzos de brindar
refugio a las personas desplazadas, distribuir alimentos y otros artículos
básicos, así como materiales para reparar viviendas.
Acciones similares se están
tomando en México, en respuesta a los daños causados por los recientes
terremotos.
Podemos confirmar que tenemos
contacto con todos nuestros misioneros y que los mismos se encuentran seguros.
Sin embargo, las islas de la región, en su mayoría, se encuentran sin energía
eléctrica, y hay poco abastecimiento de agua y comida. Los misioneros, quienes
han estado involucrados en labores de limpieza a raíz del paso de estos
fenómenos, serán transferidos desde las islas que forman parte de la Misión
Puerto Rico San Juan y reasignados temporalmente a otras áreas, hasta tanto sea
posible satisfacer las necesidades básicas, luego de lo cual regresarán para
ayudar.”
Por su parte, la presidencia
del área del Caribe amplió con un comentario sobre los esfuerzos locales
actuales para evaluar la situación y determinar los próximos pasos para ayudar
en la recuperación de las zonas afectadas:
"Hemos estado
colaborando junto a los líderes locales de la Iglesia en las zonas afectadas, a
fin de evaluar la situación de nuestros miembros, de los misioneros, de los
edificios de la Iglesia y de estas comunidades en general. En estos momentos,
nuestro mayor interés es resguardar a las personas y evaluar la situación para
identificar la mejor forma de ayudar a quienes lo necesiten, así como cooperar
con los esfuerzos de las autoridades locales. A medida que evaluemos la
situación, confiamos en que identificaremos maneras efectivas de brindar la
ayuda necesaria."
Los líderes regionales, en
conjunto con los líderes locales de cada isla afectada, seguirán definiendo
cursos de acción para garantizar la integridad física de las personas afectadas
y luego tomar acciones para recuperar las zonas más impactadas por estos
fenómenos.
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Bendiciones