Santo Domingo- Al celebrarse en la
República Dominicana este viernes 5 de abril del 2019 el Día Nacional del
Periodista, esta carrera se ejerce en medios de avances y retrocesos, que
producen estos últimos, un panorama un
tanto desalentador.
Entre
las luces podemos citar que el periodismo se ejerce en medio de un relativo
estado de derecho, con prácticamente ausencia de persecuciones políticas,
aunque no dejan de producirse amenazas, atropellos y hasta asesinatos por
determinados sectores, principalmente el crimen organizado.
Otro logro
importante para el periodismo fue la inclusión en la Constitución Dominicana
del 26 de enero del 2010, las cláusulas de conciencia y el secreto profesional,
que le da al periodista garantías para ejercer la profesión con seguridad y determinadas
libertades.
Igualmente,
se puede resaltar el aumento de las
escuelas de comunicación de las universidades dominicanas, que permite que más
personas puedan estudiar la profesión.
También,
la pensión por parte del Estado de más de 200 periodistas gestionadas por el
Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), institución que realiza también un
adecuado programa de educación y recreación.
Igualmente,
durante los últimos 5 años han surgido decenas de periódicos digitales, lo que
contribuye a la democratización de la información y a ser una fuente de
empleos.
Entre las
sombras se encuentran la vulnerabilidad
del ejercicio profesional, la falta de creación de un verdadero Colegio
de Periodistas, los bajos salarios, la
inestabilidad laboral, la desaparición de varios medios de comunicación y la
falta de rentabilidad de otros.
El incumplimiento de los layes laborales,
como la jornada de 8 horas de trabajo, el pago de horas extras y la libertad
sindical, entre otras son partes de los problemas que padecemos los
periodistas.
El
auge del periodismo político pagado o comprometido con diversos sectores, incluyendo
los vinculados a las mafias, al bajo mundo y la corrupción, es un cáncer que
crece cada día.
El aumento de la divulgación de narconovelas, erotismos y sexos a cualquier
hora, canciones y bailes perniciosos, promoción de la homosexualidad y vicios,
así como el surgimiento de estafadores con los llamados astrólogos y
numerólogos, provocan que los medios electrónicos de comunicación se estén
convirtiendo en una especie de cocaína virtual, que enferma la sociedad
dominicana.
La
práctica de ejercer la dictadura sindical, la carroña y a
veces las inconductas en las organizaciones sindicales de la República
Dominicana, que destruyen sus estructuras y sus principios y los convierten en
cáscaras inservibles, con el apoyo de seguidores fanatizados y ausentes de
corduras, es otro mal que ha echado raíces en nuestro país.
En
cuanto a la profesión del periodista, esta es la más vulnerable de todas las
profesiones de la República Dominicana, con la agravante, de que nuestro
CDP, lo hemos convertido en un cadáver, que para poder
resucitarlo, necesariamente se necesitará de una nueva Ley, que
desafortunadamente, la mayoría de sus dirigentes, ni los viejos ni los jóvenes,
ni la entienden ni la defienden, como
ocurría en décadas pasadas.
Ojalá
que el porvenir sea más venturoso, donde el periodista pueda ejercer con plena
libertad y seguridad; que las empresas periodísticas se fortalezcan y expandan,
que tengamos mejores condiciones laborales y sobre todo, podamos lograr tener un
verdadero Colegio de Periodistas.
Post data: El autor es candidato a la
presidencia del CDP. Fue secretario general del SNTP y presidente del IPPP. Actualmente es el director ejecutivo del CDP.
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