Devocional diario por la Pastora
Montserrat Bogaert
A los ricos en este mundo,
enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de
las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para
que las disfrutemos. 1 Timoteo 6: 17.
Muchos piden riquezas, pero es
para satisfacción propia, sin pensar en algún momento en las necesidades de los
demás. Su único deseo es acumular riquezas para sí. Cualquiera que mira alguna
de estas personas piensa que se sienten realizadas porque están llenas de oro,
billetes, posesiones, pero no es así. Al contrario, viven atormentadas y
angustiadas pensando que van a robarles, llegando al extremo de desconfiar
hasta de sus propios hijos y esposos.
Da pena ver casos así porque
esas personas no tienen vida, no saben disfrutar, viven encerradas y, aunque
aparentan tenerlo todo, es una gran mentira. Están bajo una profunda tristeza
al no tener en quién confiar. Lo peor es que han puesto su corazón en esas
riquezas y se han apartado del verdadero camino que da el Señor, quien nos
enseña a no amar las riquezas, sino al que las provee. Él a la vez nos guarda
para no caer en ostentación, sino en humildad, reconociendo que todo viene del Cielo
por Su gracia y Su favor.
Que nunca nuestro corazón se
aparte, porque la verdadera riqueza radica en conocerlo y entenderlo en toda Su
gloria.
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Bendiciones