Articulo
Opinión María Estela De León
Comparar
el desempeño de los países que están encabezados y liderados por mujeres en el
mundo, frente a este nuevo orden social, nos lleva a hacer una reflexión y un
reconocimiento a la postura que han exhibido esas heroínas frente a este
enemigo silente que amenaza con llevarse a aquellos por lo cual se desvelan y
trabajan las mujeres, (los miembros de las familias y de la sociedad vista como
propia).
De
193 Estados miembros de una de la entidad más importante del mundo “La Organización
de las Naciones Unidas (ONU)”, Solamente 20 de esos países son regentados por
mujeres. Esto nos lleva a afirmar sin temor a equivoco: Que el mundo está
dirigido por hombres. situación que plantea de más acciones para variar este
mapa y hacer del mundo un espacio equilibrado, participativo e incluyente.
Dentro
de las mujeres cabezas de gobiernos que ha mostrados óptimos desempeños frente
a la crisis del Covid-19, están: las primeras ministras de Alemania, Angela
Melker y Sanna Marin de Filandia, a ellas se les suman las de Islandia, Katrin
Jakobsdottir, Matte Frederiksen de Dinamarca y Erna Solberg de Noruega.
Esta
crisis ha mostrado al mundo la fortaleza, entrega, compromiso y la sensibilidad
que exhiben las mujeres, cuando de hacer frente a crisis se trata; ella es
producto de este fenómeno, toda vez que, desde sus hogares, espacios de trabajo
ejercitan esta cualidad.
Hoy
más que nunca se hace necesario que las mujeres participen en las discusiones
sobre los cambios que se deben producir en las estructuras sociales y de poder;
nuevos liderazgos están por emerger, sociedades más humanas y menos fraccionadas
están en construcción.
Los modelos
tradicionales de gobiernos dirigidos por hombres han mostrado sus falencias,
los líderes mundiales con su pobre desempeño han dado señales de impotencia, e
incapacidad para manejar crisis; esta situación plantea la necesidad de
humanizar el poder y ponerle rostro, también de mujer al poder político, y con
ellos a las instituciones que forman parte de él.
Estamos
frente a un reto importante y un escenario propicio para que las mujeres sigan mostrando
sus capacidades, destrezas y poderío para el ejercicio del poder y las tomas de
decisiones, de manera muy especial y con empeño, en este momento calamitoso que
vive el mundo
La República
Dominicana igual que todas las naciones del mundo no está exenta de este desafío,
la crisis ha dejado al descubierto lo que ya se sabe, y muchos desean: Dejar pasar por debajo de la mesa de
discusión; que la participación de las mujeres en las acciones para enfrentar
la crisis que se avecina en todos los países, es una necesidad.
La
región debe mirarse en el espejo de ese concierto naciones dirigidos por
mujeres y seguir avanzando en sus sistemas políticos electorales, para que
estas avancen, por ello, es necesarios políticas publicas encaminadas a obtener
más participación y representación de las mujeres en los puestos públicos con
miras a formar parte de las tomas de decisiones de las agendas gubernativas.
La
diferencia entre una comunidad rota y una prospera es la presencia de una mujer
que es valiosa. Michelle Obama.
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Bendiciones