Pueblo Dominicano
El día 15 de mayo les decía
que, desde el Gobierno, estamos dando respuesta a cuatro desafíos simultáneos.
El desafío de mantener la pandemia bajo control, el desafío de reactivar el
aparato productivo, el desafío de atender las necesidades de la gente y el
desafío político de garantizar la realización de las elecciones presidenciales
y congresuales el 5 de julio.
Hoy quiero, nuevamente,
referirme a cada uno de estos retos.
En primer lugar, me referiré
a la situación de la pandemia.
Como saben, desde que
apareció el primer caso positivo de COVID-19 en el país, nuestro objetivo como
Gobierno ha sido proteger a los dominicanos y dominicanas, cuidarlos y garantizar
su salud y bienestar.
Y seguiremos haciéndolo, con
todos los medios a nuestro alcance. Sin embargo, el país entrará muy pronto en
una etapa diferente, que necesitará de la máxima colaboración por parte de
todos.
En primer lugar, como muchos
ya saben, el domingo a las 5 de la mañana finaliza la aplicación del toque de
queda y, por tanto, la restricción de la movilidad, que se había establecido de
8 de la noche a la 5 de la mañana, queda sin efecto.
De la misma forma, a partir
del próximo 30 de junio, finalizará la declaración de Estado de Emergencia y el
Gobierno ha decidido no solicitar una nueva prórroga del mismo, en primer
lugar, porque no contamos con el apoyo suficiente de la Cámara de Diputados y
cada vez se hace más difícil conseguir su aprobación y en segundo lugar, con el
propósito de contribuir a que el proceso electoral se desarrolle sin ningún
tipo de obstáculo, conforme a la Constitución y a las leyes de la República.
Sin embargo, es fundamental
que se comprenda que nada de esto varía el hecho de que el virus COVID-19 está
en las calles y sigue contagiando personas y cobrándose vidas.
En este sentido, desde el
Gobierno estamos monitoreando minuciosamente el número de contagios,
especialmente desde la entrada en la Fase 2 de la apertura, que implicó la
movilización diaria de más de 1.2 millones de dominicanos que regresaron a sus
trabajos. Así, hemos podido observar que del 10 al 26 de junio alcanzamos un
promedio de 550 nuevos casos de personas contagiadas y 10 fallecidos diario,
así como una tasa de positividad de un 22.1%..
Y quiero en este punto
recordar, para quienes han mostrado escepticismo ante las cifras oficiales, que
el 80% de las pruebas están siendo realizadas por laboratorios privados, con
protocolos unificados y transparentes. Ellos son quienes pasan las
informaciones al Ministerio de Salud.
Y lo cierto es que los
resultados que todos estos laboratorios reportan, al igual que las pruebas
realizadas por las autoridades de salud, muestran la misma realidad: el número
de personas contagiadas está subiendo.
En vista de esta situación,
estamos ya aumentando el número de camas disponibles y de unidades de cuidados
intensivos puestas al servicio de la pandemia pero, al mismo tiempo, debemos
ser mucho más cautos, para evitar futuras saturaciones del sistema sanitario,
especialmente en los grandes núcleos urbanos.
De hecho, a nivel nacional
el 60% de las unidades de cuidados intensivos dedicadas para el manejo de
COVID- 19 de la red pública están ocupadas, llegando esta ocupación a un 70% en
el Distrito Nacional y a un 85% en las provincias de Santo Domingo y Santiago.
Esta es la realidad y es
nuestra obligación transmitirla a la población con honestidad y transparencia.
Sin embargo, dominicanos y
dominicanas, nada de eso debe llevarnos al pesimismo.
No se trata de asustarse ni
de preocuparse, pero sí de ocuparse. De actuar de acuerdo a esta realidad con
la máxima responsabilidad y prudencia. Sobre todo, si no queremos vernos en el
espejo de lo que ha pasado y está pasando en otros países.
Ya varios países de nuestra
región han tenido que retrasar sus planes de apertura graduales o han revertido
el proceso en los últimos días.
Nosotros no queremos llegar
ahí, por eso es tan importante comprender bien este momento y actuar en
consecuencia.
Repito, mi mensaje de hoy no
es de alarmismo ni de miedo, sino de responsabilidad colectiva. Ante esta
situación debemos trabajar más unidos que nunca, para que la reducción de las
restricciones no se transforme en una segunda oleada de contagios.
En este sentido, desde el
Gobierno, queremos informarles que el Ministerio de Salud, amparado en la Ley
General de Salud 42-01, realizará una declaratoria oficial de emergencia
sanitaria en el país.
En función de esta
declaratoria, se pondrán en marcha una serie de medidas que nos permitirán
seguir garantizando que se cumpla con las disposiciones establecidas por la Organización
Mundial de la Salud.
Entendemos que esta es la
forma adecuada para seguir avanzando en la apertura de las actividades
económicas de forma ordenada, sin poner en peligro los avances que hemos
logrado.
Las resoluciones que tomará
el Ministerio de Salud serán anunciadas en las próximas horas y entendemos que
son imprescindibles para preservar la vida y la salud de la población, como es
nuestra vocación y responsabilidad.
Sin embargo, más allá de
estas disposiciones, que deben ayudarnos a mantener el orden, lo más importante
en esta nueva etapa será, sin duda, la responsabilidad individual y familiar.
Ahora más que nunca, cada
uno de nosotros debe hacer conciencia y, en cada acción de nuestro día a día,
tener en cuenta las consecuencias, tanto para su salud, como para la de los
demás.
No podemos dejarnos llevar
por aquellos que de manera indolente, porque confían en su buena salud o
simplemente por desconocimiento, ignoran las recomendaciones. Créanme, no hay
nadie inmune a este virus. Y en este tema solo sirve llevarse de la ciencia, de
lo que está probado.
Lamentablemente, en estas
últimas semanas hemos asistido a algunos comportamientos que siguen la misma
lógica que lleva a un conductor imprudente a tomar una curva al doble de
velocidad de la que le indica la señal de tránsito: “A mí no me va a pasar
nada”, “yo sé lo que hago”, “yo no creo en eso”.
Sin embargo, después llegan
las desgracias. Y muchas veces también las víctimas inocentes, que sufren las
consecuencias de ese comportamiento irresponsable.
Por eso, hoy les hago
nuevamente un llamado a respetar las normas, a preservar la vida, a cuidar a
los que más quieren. Es decir, siguiendo la analogía del conductor, a manejar
siempre con precaución y respetando las señales de tránsito.
Pueblo
dominicano,
Sé que durante estos meses
han hecho muchos sacrificios y han sabido ser nuestros héroes con su
comportamiento responsable, cada uno cumpliendo con su deber en esta pandemia.
Por eso, hoy quiero decirles
una vez más: este Gobierno y este Presidente les estaremos siempre agradecidos.
Ustedes han contribuido a salvar muchas vidas y pueden sentirse orgullosos de
ello.
Y, precisamente para honrar
ese sacrificio y que no sea en vano, les pido que ahora, cuando vamos entrando
a una nueva normalidad, no echemos todo lo logrado por la borda. Sigamos
cuidándonos.
Hago especial énfasis en
este mensaje de responsabilidad, porque, como les decía al principio, tenemos
un segundo reto al que dar respuesta: la recuperación económica.
Sabemos que aún son muchos
los dominicanos y dominicanas que necesitan y esperan la reapertura de sus
actividades para subsistir y, por supuesto, queremos ayudarlos a que así sea.
El sector turístico es,
quizás, el ejemplo más emblemático de esto, aunque no el único. Cientos de
miles de empleos dependen en nuestro país, directa o indirectamente, de ésta
actividad que ha sufrido fuertemente con la pandemia. Por eso, hemos planteado
que comiencen paulatinamente a reanudar sus actividades desde el 1 de julio.
Sin duda, esto traerá alivio
a muchas zonas del país que viven en gran parte del turismo, pero no estará
exento de riesgos.
Por eso, en este nuevo
proceso es imprescindible la solidaridad de todos y todas. Solidaridad que se
manifiesta en el debido cumplimiento de las normas.
Familia
dominicana,
Hablamos de sacrificios y de
solidaridad y, por supuesto, el Gobierno quiere también hacer su parte,
enfrentando con todos los medios a nuestro alcance el tercer desafío del que
les hablaba: cubrir las necesidades de la gente. ¡Y lo vamos a llevar adelante!
Vamos a seguir al lado de
ustedes también en este momento, extendiendo una mano amiga a los que necesitan
apoyo, que sabemos son muchos.
Somos conscientes de la
delicada situación económica en la que se encuentran muchos hogares debido a la
pandemia, hogares que hasta hace unos meses eran perfectamente capaces de hacer
frente a su día a día, pero que ahora no tienen fuente de ingresos.
Sabemos que les preocupa
cuánto pueda durar esta situación y cómo continuar resistiendo.
Por eso, para todos ellos,
hemos decidido prorrogar nuevamente los planes sociales y de ayuda económica
aprobados durante el periodo de emergencia.
Porque entendemos que, a
pesar de la reapertura, la recuperación de la actividad económica a sus niveles
anteriores no llegará de un día para otro y, como les digo siempre, este
Gobierno no va a dejar a nadie en el desamparo.
No vamos a dejarlos solos
frente a esta situación a mitad de camino. No sería justo.
De esta forma, el programa
FASE I y FASE II, que apoya a las empresas y que actualmente da cobertura a más
de 866 mil empleados privados, el programa Quédate en Casa, que lleva ayuda a
más de 1.5 millones de hogares, el programa Pa Ti, que apoya a más de 200 mil
trabajadores independientes y, por supuesto, los programas de ayuda alimentaria
de la Presidencia que están llevando cientos de miles de raciones de alimentos
a todos los rincones del país, seguirán llegando puntualmente a las familias
dominicanas hasta el último día de mi mandato como Presidente de la República.
A decir verdad, nuestra
recomendación sería que, dadas las perspectivas económicas que se perfilan,
estas ayudas permanecieran hasta el mes de diciembre. Sin embargo, del 16 de
agosto en adelante, esa decisión corresponderá a las nuevas autoridades.
Por nuestra parte, debo
señalar que, a pesar del enorme esfuerzo presupuestario que esta situación
supone, porque se combina un descenso de los ingresos del Estado con un aumento
de las erogaciones; nuestro Gobierno está actuando con la máxima
responsabilidad. Por eso, estamos garantizando la disposición de fondos
suficientes para que las autoridades entrantes cuenten con los recursos
económicos necesarios para financiar el correcto funcionamiento de las
instituciones y, además, hacer frente a la situación económica y social.
Pues en el presupuesto
complementario que acaba de aprobar el Congreso Nacional, se autoriza al Poder
Ejecutivo a utilizar instrumentos financieros hasta un monto de 150 mil
millones de pesos, para atender el gasto público que ocasiona esta crisis.
De ese monto, nuestro
Gobierno estará dejando a las nuevas autoridades que se juramentarán el 16 de
agosto, más de 100 mil millones de pesos, para que puedan atender las
necesidades antes señaladas.
Familia
dominicana,
Les hablaba al comienzo de 4
desafíos y, como saben, el cuarto está ya muy cerca: la jornada electoral del 5
de julio.
El pueblo dominicano está
llamado a acudir a las urnas para elegir al próximo presidente de la República,
así como a sus representantes en el Congreso. Será un día crucial para la vida
institucional de nuestra nación.
Sin duda, el impacto de la
pandemia del coronavirus y todos los acontecimientos vividos en los últimos
meses han hecho que esta sea una campaña sin precedentes en nuestro país, en
las que candidatos y simpatizantes de todos los partidos han debido adaptarse a
las nuevas circunstancias y buscar otras formas para hacer llegar sus
propuestas a la población.
Sabemos, además, por todo lo
vivido en febrero y marzo, que estas elecciones son especialmente relevantes
para nuestra sociedad y para nuestro sistema democrático.
Desde el Gobierno
comprendemos esa importancia. Por eso y por nuestra profunda vocación
democrática, desde el minuto uno hemos puesto todos los medios a nuestro
alcance para garantizar que cada uno de los procesos electorales se den, en
tiempo y forma, con las máximas garantías democráticas y, por supuesto,
preservando la salud y la seguridad de la población dominicana.
Ahora, cuando queda
apenas una semana para el día de la votación, es importante que todos sigamos
cumpliendo con nuestro deber y, de nuevo, actuemos con la máxima
responsabilidad.
En este sentido, y teniendo
en cuenta que durante los próximos días podrán realizarse actividades
proselitistas, quiero también hacer un llamado a todos los líderes y a toda la
sociedad.
Entendemos que en la recta
final de esta campaña quieran hacer llegar su mensaje a los electores, eso está
claro y es parte del ejercicio de la democracia.
Sin embargo, todos, sin
excepciones, debemos realizar esas actividades con las debidas precauciones,
pensando siempre primero en la salud, porque el virus no entiende de colores
partidarios.
Y, por supuesto, el día de
las elecciones, actuemos de acuerdo a las recomendaciones de la Junta Central
Electoral, para que la jornada se desarrolle con normalidad y tranquilidad.
El 5 de julio debe
convertirse en una fecha que recordemos como ejemplo de nuestra madurez
democrática, como modelo de un proceso realizado de acuerdo a los más altos
estándares de transparencia y con la máxima participación posible.
Dominicanos
y dominicanas,
El 2020 ha resultado ser sin
duda un año de retos para todos los países del mundo, incluyendo a la República
Dominicana, por supuesto.
Hemos vivido, sin duda,
muchos cambios en estos últimos meses. Cambios inesperados, difíciles, cambios
que no estaban en nuestros planes y que nos han obligado a replantearnos muchas
cosas.
Nos han hecho repensar
nuestra estabilidad, nuestra seguridad y mucho de lo que hasta hace poco
dábamos por sentado, y que ahora sabemos que podemos perder.
Cuando ocurren cosas así, es
el momento de valorar lo realmente importante, lo que nos ayuda a salir
adelante. Llevar a puerto seguro: a nuestros seres queridos, a nuestra fe, a
nuestros valores, al orden y a la prudencia, y, por supuesto, a los pilares de
nuestra democracia y de nuestra convivencia pacífica.
Ahora, es el momento de
avanzar como nación sin sobresaltos, en armonía y hacia un mismo fin: salir
adelante juntos, sin que nadie se quede atrás.
Como les decía al principio,
todas las decisiones que hemos tomado en los últimos meses han sido,
precisamente, para que esos cambios que nos hemos visto obligados a vivir,
tuvieran el menor impacto negativo posible en la población. Porque sabemos lo
importante que es contar con un Gobierno presente, comprometido, capaz de
llegar hasta los hogares de las familias para darles su apoyo cuando más lo
necesitan.
En esta crisis, como a lo
largo de los últimos 8 años, hemos trabajado para cuidar de las familias
dominicanas, para proteger su salud, para llevarles tranquilidad en medio de la
incertidumbre y, por supuesto, para garantizar que tuvieran sus necesidades
básicas cubiertas, aún en estos momentos difíciles.
Pueden estar seguros, ese
seguirá siendo nuestro único norte y prioridad en todo momento. Ustedes me
otorgaron el gran honor de ser su presidente y yo tengo el compromiso de honrar
su confianza sirviéndolos en cuerpo y alma, hasta el último día de mi mandato.
Confiamos en que los
procesos democráticos venideros se desarrollen en paz, y cuenten con una
participación masiva de ciudadanos, para que nuestro Estado de derecho salga
fortalecido.
Asimismo, confiamos en que
las autoridades entrantes, elegidas por la voluntad del pueblo dominicano,
tengan la capacidad para sostener con firmeza el timón de este país y guiarlo
por las complicadas aguas que se avecinan, manteniendo siempre el rumbo de
progreso, bienestar, solidaridad y justicia que hemos ido trazando juntos.
Es el momento de que los
dominicanos y las dominicanas mostremos la fortaleza de nuestras instituciones
y la solidez de nuestras convicciones democráticas.
¡Vayamos
todos y todas a votar este 5 de julio!
Hagamos uso de nuestros
derechos conquistados. Participemos masivamente en estas elecciones, eligiendo
a los candidatos de nuestra preferencia.
Y hagámoslo mostrando el
máximo respeto por los demás y por los resultados, porque lo más importante es
que nuestro pueblo siga avanzando, con seguridad, con estabilidad, con libertad
y con esperanza en el futuro de la República Dominicana.
Muchas gracias!
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