Devocional Iglesia Monte de Dios, por la Pastora Montserrat Bogaert
Pues en él se
cumplen todas las promesas de Dios. 2
Corintios 1: 20.
A veces vivimos atormentados
pensando en los problemas o situaciones que nos acontecen, los cuales se
agravan a medida que damos libertad a nuestros pensamientos, que nos controlan
hasta el punto de olvidarnos de las promesas de Dios. Nosotros mismos somos los
que damos derecho a que pensamientos negativos de fracaso y condenación traigan
destrucción a nuestra vida, ya que vemos el lado oscuro sin permitir que
nuestra mente sea llena de la verdad de Cristo.
Esto trae consecuencias
devastadoras en nuestra vida espiritual, emocional y física, ya que todo lo que
hacemos y decimos es conforme a lo que pensamos. Vemos cómo nuestro cuerpo se
debilita hasta tal punto que nos enfermamos, perdemos el gozo, reflejamos una
tristeza muy grande, nuestro espíritu se debilita y dejamos de buscar las cosas
del Cielo, esas que nos levantan.
Si sabemos que estos
pensamientos no tienen un fundamento ya que invalidan la palabra de Dios, no
podemos permitir que sigan en nosotros causándonos tanto daño. Al contrario,
llenémonos de Sus promesas, las cuales nos hacen pensar en lo divino y no en lo
terrenal.
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Bendiciones