Devocional Monte de Dios, por la Pastora Montserrat Bogaert
Por lo cual, por amor a
Cristo me gozo en las debilidades, en insultos, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 2
Corintios 12: 10
Es difícil que reconozcamos
nuestras debilidades, porque pensamos que esto nos resta y que los demás no nos
verán igual. Entonces la imagen que hemos proyectado se caerá; por eso seguimos
ocultando nuestros temores, inseguridades y complejos.
Callarlos es un gran error,
porque cuando algo no se reconoce y se oculta no puede solucionarse. Al
contrario, se agrava más y repercute en otras áreas que no estaban débiles
pero, por callar, estas son afectadas. Así vemos que, por no afrontar nuestras
debilidades con valentía, nos enredamos en un mundo de mentiras y engaño del
cual se nos hace difícil salir, ya que nos acostumbramos a mentir por seguir
encubriendo.
Por eso, creamos un mundo a
nuestro alrededor el cual no permite que Dios convierta lo débil en fuerte.
Solamente cuando lo reconocemos Él nos hará fuertes, porque Su palabra dice
“Diga el débil: Fuerte soy”.
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Bendiciones