Washington.- De acuerdo con un nuevo análisis realizado por el Grupo Banco Mundial, la pandemia de COVID-19 (coronavirus) representa una amenaza para los logros que tanto costó conseguir durante la última década en las áreas de salud y educación, en especial en los países más pobres.
En el documento 2020 Human
Capital Index (Índice de Capital Humano 2020) del Grupo Banco Mundial se
incluyen datos sobre salud y educación correspondientes a 174 países (que
representan el 98 % de la población mundial) hasta marzo de 2020, con lo que se
ofrece un parámetro previo a la pandemia de la salud y la educación de los
niños. En el análisis se muestra que, antes de la pandemia, la mayoría de los
países habían realizado avances constantes en la creación de capital humano en
los niños, y que los mayores logros se habían producido en los países de
ingreso bajo. A pesar de este avance, e incluso antes de que se sintieran los
efectos de la pandemia, un niño nacido en un país promedio podía esperar
alcanzar solo el 56 % de su capital humano potencial, teniendo como punto de
referencia una educación completa y plena salud.
“La pandemia pone en peligro
los avances en la creación de capital humano logrados a lo largo de una década,
incluidas las mejoras en salud, tasas de supervivencia y matriculación escolar
y la reducción del retraso del crecimiento. El impacto que la pandemia ha
tenido sobre la economía ha sido especialmente fuerte para las mujeres y las
familias más desfavorecidas, muchas de las cuales han quedado en situación de
vulnerabilidad frente a la inseguridad alimentaria y a la pobreza”, afirmó
David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “Es fundamental que los
países protejan a las personas e inviertan en ellas como parte de sus esfuerzos
por sentar las bases para una recuperación sostenible e inclusiva y para el
crecimiento futuro”.
Debido al impacto de la
pandemia, la mayoría de los niños —más de 1000 millones— no han ido a la
escuela y podrían perder, en promedio, medio año escolar, ajustado en función
del aprendizaje, lo que representa pérdidas económicas considerables. Los datos
también muestran importantes alteraciones en servicios de salud esenciales para
las mujeres y los niños, muchos de los cuales no se han dado vacunas que son
fundamentales.
En el Índice de Capital
Humano 2020 también se presenta un
panorama de la evolución de los resultados obtenidos en materia de capital
humano durante una década, desde 2010 hasta 2020, que permite observar mejoras
en todas las regiones (en los casos en que se dispone de datos) y en todos los
niveles de ingreso. Estos resultados positivos se debieron, en gran medida, a
mejoras en la salud y se tradujeron en tasas más altas de supervivencia de
niños y adultos y menores índices de retraso del crecimiento, así como en un
aumento de la matriculación escolar. Hoy estos avances están en peligro debido
a la pandemia mundial.
En el análisis se llega a la
conclusión de que los resultados en materia de capital humano en las niñas son,
en promedio, más altos que en los niños. Sin embargo, esto no se ha reflejado
en oportunidades similares para el uso del capital humano en el mercado
laboral: en promedio, las tasas de empleo son 20 puntos porcentuales más bajas
en las mujeres que en los hombres, y en muchos países y regiones la diferencia
es mayor. Además, la pandemia agrava los riesgos de violencia de género,
matrimonio infantil y embarazo adolescente, situaciones todas que reducen las
oportunidades de aprendizaje y empoderamiento de mujeres y niñas.
Hoy los logros tan arduamente
obtenidos en el área de capital humano están en peligro en muchos países. Pero
los países pueden hacer algo más que solo trabajar para recuperar los avances
perdidos. A fin de proteger y acrecentar los logros en el capital humano
previamente conseguidos, es necesario que amplíen la cobertura y la calidad de
los servicios de salud en las comunidades marginadas, promuevan resultados de
aprendizaje y la matriculación escolar, y apoyen a las familias vulnerables con
medidas de protección social adaptadas a la magnitud de la crisis que ha
representado el coronavirus.
En Etiopía, Haití y
Mongolia, el Banco ha colaborado en la adquisición de equipos médicos vitales.
En Bangladesh, Burkina Faso
y Nepal, el Banco colabora en la preparación de protocolos de seguridad e
higiene escolar y al mismo tiempo trabaja con los equipos de abastecimiento de
agua, saneamiento e higiene para proporcionar insumos básicos de higiene y
desinfección.
En Jordania y Turquía, a
través de nuevas operaciones recientemente aprobadas, el Banco ayuda a
desarrollar contenido digital y de televisión para que durante el nuevo año
académico pueda ofrecerse un método combinado de enseñanza y aprendizaje, así
como asesoramiento psicosocial y clases de recuperación.
En la región del Sahel, el
Banco respalda el Proyecto de Empoderamiento Económico de las Mujeres del Sahel
y Dividendos Demográficos (SWEDD), que tiene por objeto crear un entorno
favorable para el empoderamiento de mujeres y niñas a través de programas
destinados a evitar que estas abandonen la escuela y a aumentar sus oportunidades
económicas y el acceso a servicios de salud reproductiva de calidad.
El Banco también está
ayudando a la India a aumentar de inmediato las transferencias de efectivo y
los beneficios alimentarios a través de un conjunto de plataformas y programas
nacionales que ya existían, a fin de brindar protección social a los
trabajadores esenciales que participan de los esfuerzos por aliviar los efectos
de la COVID-19, y a fin de beneficiar a los grupos vulnerables, en especial los
migrantes y trabajadores informales, que enfrentan altos riesgos de exclusión.
La aplicación de medidas
normativas ambiciosas y basadas en datos empíricos en las áreas de salud,
educación y protección social puede permitir recuperar el terreno perdido y
allanar el camino para que los niños de hoy superen los logros en capital
humano y los niveles de calidad de vida de las generaciones que los
precedieron. Nunca ha sido más importante que hoy cumplir plenamente la promesa
creativa que representa cada niño.
El
Grupo Banco Mundial, una de las principales fuentes de
financiamiento y conocimientos para los países en desarrollo, está adoptando
medidas rápidas y de amplio alcance con el propósito de ayudar a esos países a
fortalecer su respuesta frente a la pandemia. Con tal objetivo, respalda
intervenciones de salud pública, trabaja para garantizar el suministro de
insumos y equipos esenciales, y ayuda al sector privado a continuar sus
operaciones y mantener el empleo. Destinará hasta USD 160 000 millones en
asistencia financiera durante un período de 15 meses para ayudar a más de 100
países a proteger a los sectores pobres y vulnerables, respaldar a las empresas
e impulsar la recuperación económica. Dicho monto incluye USD 50 000 millones
correspondientes a nuevos recursos de la Asociación Internacional de Fomento
(AIF), que se asignarán en forma de donaciones y préstamos en condiciones
sumamente concesionarias.
Fuente: https://www.bancomundial.org/
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