Devocional Monte de Dios,
por la Pastora Montserrat Bogaert.
Hay
una serie de condiciones que Dios exige para habitar en Su presencia. No
cualquiera puede habitar en ella, porque ese lugar es tan santo y puro que el
pecado no tiene espacio ahí. Es un lugar espiritual que se forma cuando vivimos
en justicia, decimos la verdad de todo corazón, de nadie hablamos mal, no
ofendemos al vecino, no aceptamos soborno y cumplimos con lo prometido.
Todo
esto hace que la misma gloria de Dios no se aparte y habitemos en ella, porque
Él está buscando esos corazones limpios, los que aborrecen el mal pero honran
lo que Él honra. Así, jamás se moverá, estableciendo una morada permanente.
Por
eso, los que se llevan de estos principios habitarán con Él. Por cuanto no se
aparta, sino que nuestra misma condición nos separa y no nos permite entrar a
ese lugar escogido para los que están dispuestos a sacrificarlo todo y han
reconocido el privilegio de habitar en Su Santo Monte. Ahí solamente aquellos
que han decidido santificarse y purificarse, lavando sus pecados por medio de
la sangre del Cordero, podrán permanecer.
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Bendiciones