Devocional Iglesia Monte de Dios por la Pastora Montserrat Bogaert
Aunque un ejército acampe
contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré
confiado. Salmos 27: 3
La confianza en Dios es lo
que va a darnos la seguridad para afrontar cualquier situación o peligro que
nos aceche. No basta con decir “El Señor es mi guerrero”; es necesario vivirlo
para cuando un ejército nos cerque poder pelear hasta vencerlos
*Oímos siempre a los demás
decir sobre lo que son en Cristo y lo que harían si el enemigo los atacara.
Esto hace pensar que son grandes guerreros entrenados para la batalla sin
importar la magnitud de la misma. Pero qué sorpresa nos llevamos cuando vemos
que aquellos que hablaban y retaban al enemigo están llenos de temor e
incertidumbre. De momento, los valientes desaparecen, demostrando una realidad
muy diferente a la expresada. Da pena ver cuántas personas que dicen ser
guerreros(as) echan a un lado lo dicho como si nunca hubieran estado
conscientes de lo que dijeron.
Por eso, es necesario que
nos evaluemos para conocer cuál es nuestra condición; si somos guerreros de
verdad o de mentira. No temamos enfrentar nuestra verdad, ya que esto nos
ayudará a superar muchas condiciones que no nos atrevíamos a encarar. El resultado,
si lo hacemos conscientemente, es que seremos libres de todo lo que impedía ser
grandes guerreros.
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Bendiciones