Por Tony Martínez
El que teme a Dios guarda su palabra y vive en santidad
antes Dios y los hombres.
El que no teme a Dios
no vive en santidad práctica el pecado y se mantiene alejado de la
ciudadanía celestial. De la salvación del alma.
Osea muere y se va
sin Dios a la eternidad.
Y los escribas y los fariseos murmuraban contra los
discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?
Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al
arrepentimiento.
Lucas 5:30-32
Jesús no condena a nadie; el hombre se condena solo por su
irresponsabilidad ante Dios y ante uno mismo, y mientras más malo es el pecador
más se le perdona, pero más agradece el favor del perdón de Dios para su vida.
Todos tenemos la oportunidad de ser salvos por medio de la
gracia, el amor y la misericordia de nuestro Dios y salvador Jesucristo.
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Bendiciones