Articulo de Opinión David R. Lorenzo
La República
Dominicana vive una época en que una parte de los medios de comunicación y programas
difundidos por la televisión, la radio y redes sociales se disputan los
primeros lugares sobre cuáles insultan más, difunden más sexualidad y obscenidades.
A parte de las
expresiones insultantes, ultrajantes e inmorales ciertos medios de comunicación
se caracterizan por la difusión de canciones de contenido sexual extremo,
principalmente del género urbano, películas con escenas sexuales explícitas y
novelas eróticas o promotoras del narcotráfico a todas horas del día, que
perturban a cualquier sociedad en los ámbitos de la criminalidad y sexualidad,
entre otros.
En nuestras
sociedades ya se impuso la libertad cinematográfica, donde las películas,
mientras más rápidas y furiosas, mejor.
En la televisión de nuestros hogares, el caso es peor, porque la mayor
parte de la programación consiste en la difusión de violencia, sexo y vicios.
Las telenovelas
predominan en el gusto de los televidentes, donde sobresalen los triángulos
amorosos, la intriga, los vicios, el engaño y el sexo explícito, porque
obviamente hace tiempo perdimos el control de lo que vemos en nuestras casas.
La situación ha
llegado a tal grado, que ciertas presentadoras o “comunicadoras” tienen menos
pudor que una meretriz callejera, al hablar de sus intimidades, de sus
relaciones sexuales, con quienes las hacen, por dónde las hacen y cuantas veces
las hacen
Son contados los
casos de esos tipos sancionados, pero el último caso fue la suspensión por 5
días, por parte de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía
(CNEPR) del programa que se trasmite por una plataforma de internet llamado "Sin
filtro radio show”, organismo que también prohibió al merenguero Sujeto Oro 24,
un tipo con un lenguaje indecente, de hablar ni presentarse por 30 días en los medios
de comunicación.
Eso motivó que el
Ministerio de Cultura emitiera el jueves este 4 de julio del 2024 una
resolución con el objetivo de establecer pautas generales de comportamiento
ético para los medios de comunicación durante la transmisión de espectáculos
públicos, radiales o televisivos.
Entre las
principales directrices establecidas por el Ministerio, están que se prohíbe el
uso del lenguaje explícito y cualquier influencia malsana que perturbe el
desarrollo armónico de la niñez y la juventud dominicana.
La institución
también anunció la destitución del presidente de la CNEPR, Joseph Báez, sin
especificar las causas. No se sabe si
fue por hacer muy poco, ya que esa entidad es prácticamente inoperante; por atreverse
hacer algo, o porque cerró un programa, aunque sea por poco tiempo, que pudiera
tener algún vínculo con el gobierno o con algún otro sector de poder.
Los cierto es que,
en un país, donde la libertad de expresión se ejerce al extremo, y las censuras
están de vacaciones, desterradas o muertas, que alguien cierre un programa por
mala conducta, y que el Ministerio de Cultura emita la citada resolución, hay
que aplaudirlos y brindar con el mejor vino.
Independientemente
de que el Reglamento 824, emitido por el fenecido presidente Joaquín
Balaguer en fecha 25 de marzo del año 1971, para el funcionamiento de la CNEPR,
es obsoleto, ya que tiene 53 años, no menos cierto es, que a pesar de ser vetusto contiene algunas disposiciones que
establecen prisión o multa, o ambas a la vez, por violarlos, por lo que quien presida la CNEPR, no está
atado de manos.
Por ejemplo, el artículo 84 del Reglamento 824 dice:
“queda prohibida toda transmisión de cause corrupción del lenguaje, o que sea
contraria a las buenas costumbres, ya sea mediante expresiones maliciosas,
palabras o imágenes perversas, frases de doble sentidos, apología del crimen o
la violencia y todo aquello que sea denigrante para el culto cívico de los
héroes nacionales o para cualquier persona”.
En tanto, que el artículo 130 dice: “las violaciones al
presente reglamento serán sancionadas con multas de RD$25.00 (veinticinco
pesos) a RD$100.00 (cien pesos oro) o prisión de quince días a tres meses, o
con ambas penas a la vez·
Pese a que la violación al reglamento conlleva prisión o
multas o ambas penas a la vez, nadie ha sido sometido a los tribunales y mucho
menos condenado, por lo que la persecución judicial en ese campo, hace tiempo
que fue una batalla perdida.
Afortunadamente una comisión independiente creada por el
Gobierno, encabezada por el jurista Namphy Rodríguez, en la que participa el
presidente del Colegio Dominicano de Periodistas, Aurelio Henríquez, terminó y
entregó al presidente Luis Abinader, un proyecto que modificaría la Ley 6132,
sobre expresión y difusión del pensamiento, que le da un mejor carácter a la
CNEPR.
No hay dudas, de que las viejas costumbres que atan a los
seres humanos al nacer están desapareciendo. El respeto a la moral y las buenas
costumbres forman partes de lo que el viento se llevó.
Queramos o no, estamos en un régimen donde impera la libertad
de expresión sin control, donde predomina la perversidad, la promiscuidad y la
inmoralidad, y en la que gran parte de nosotros, incluyendo a las autoridades,
somos responsables por nuestra permisibilidad.
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