3ra de Juan 1 2
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
No es la voluntad de Dios que estés enfermo, triste o en miseria, él quiere bendecirte con salud, con gozo y con prosperidad. Pero para ello debe haber en ti la actitud correcta. Si tu prioridad es solo el dinero, eso es vanidad. La verdadera prosperidad es integral y empieza con tu alma y corazón. Conocer a tu creador y estar caminando en su voluntad debe ser tu prioridad número uno. Reconócelo siempre como tu único y suficiente salvador y proveedor. Y la prosperidad que no añade tristeza llegará a tu vida.
Que tengas un excelente y bendecido día.
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Bendiciones